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El ronroneo es una válvula de seguridad automática para tratar el exceso de felicidad. (Monica Edwards)

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cómo resolver el miedo al hogar y a los intrusos

El en post anterior hablamos del miedo, describiendo los motivos que suelen provocarlo y la conducta que debemos adoptar en estos casos. Para profundizar en este tema, dado que muchas alteraciones de la conducta de nuestros gatos se deben a este factor y es muy importante saber cómo actuar para solucionar estos problemas, hoy describiremos situaciones habituales de miedo y, seguidamente, expondremos la conducta que habría que adoptar.

Situación 1: Mi gato no se adapta a su nuevo hogar
Es muy frecuente que al adquirir un nuevo gato, sobre todo cuando provienen de la calle o de un lugar de acogida, el gato esté atemorizado respeto a su nuevo hogar. Aun así, esta situación también pueden producirse cuando nos mudamos con nuestro gato o si el gato ha sido comprado en una tiendo o particular.
En todos estos casos, el gato a causa del miedo, desconfía de todo lo que tiene a su alrededor, incluso de su dueño. Así pues, los dueños del minino no podemos interactuar con él porque se pasa todos los días escondido y, normalmente, únicamente sale para comer y hacer sus necesidades. En estas circunstancias el miedo puede deberse, en el caso de gatos callejeros o que han sido abandonados a que no han recibido nunca atención y, por lo tanto, al comportarse como gatos salvajes huyen de los humanos. En los casos en los que nos mudamos el miedo suele deberse a la brusquedad del cambio, que hace que el gato al sentirse desprotegido y ante un espacio totalmente nuevo reaccione escondiéndose.
Imagen de http://ayudawordpress.com

Esta situación puede resultar agobiante y frustrante, pero será muy importante seguir los siguientes consejos. Debemos ser muy pacientes y dejar que sea el gato que, cuando se sienta tranquilo y le venza la curiosidad, salga de su escondite para explorar. Nunca debemos obligarle a salir ni inmovilizarlo en lugares en los que no se siente cómodo, ya que si esto sucede le estaremos dando motivos para desconfiar y tener miedo. También debemos dejar que el sea el gato quien se acerque a nosotros, pues a partir de este momento, si conseguimos acariciarlo –siempre sin hacer movimientos bruscos-, habremos dado un gran paso hacia delante. Para conseguir esto, lo mejor muchas veces es sentarse en el suelo cerca del lugar en el que el gato se esconde y realizar otra actividad –leer, escribir, jugar a las cartas…
 
Situación 2: Mi gato tiene miedo a los desconocidos
También es muy común que gatos, muy afables y cariñosos con sus dueños, al sentir el timbre de la casa salgan corriendo hacia su escondite.
Este miedo por parte del minino suele deberse a una experiencia traumática, pues por ejemplo alguna visita de un extraño no resultó agradable para él; o también puede deberse al típico miedo de los gatos: miedo a lo desconocido. El gato al no conocer a los nuevos intrusos les tiene miedo y, por lo tanto, para él son identificados como un peligro. Esta situación no suele ser tan comprometida como la anterior, igualmente también podemos intentar solucionar el problema.
En muchas ocasiones, si pedimos a nuestros invitados que sean silenciosos y que no hagan ruidos estridentes podremos conseguir que el gato se atreva a asomar la cabeza y acabe saliendo. Igualmente, debemos recordar que debe ser el gato quien se acerque a nosotros y no nosotros a él, es decir, nunca debemos forzar al gato para que se acerque. Si conseguimos que salga de su escondite para acercarse un poco a los desconocidos, puede suponer de gran ayuda para que venza el miedo que uno de los visitantes le de algún premio, como alguna cosa de comer. Así pues, podremos conseguir que, al final, nuestro gato también esté deseando las visitas de nuestros amigos.
Imagen de http://animales.uncomo.com/articulo/como-adoptar-un-gato-2503.html

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