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Un matemático es un ciego en una habitación oscura que busca un gato negro que no está allí. (Charles Darwin)

lunes, 23 de septiembre de 2013

Necesidades fuera de lugar

Una de las situaciones más conflictivas entre los gatos y su dueño se produce cuando estos realizan sus necesidades fuera de la cubeta. Para el dueño puede resultar muy desagradable, pues su mobiliario puede quedar dañado y, además, no sabe como mejorar la situación. Igualmente, también hay que analizar nuestra conducta, ya que quizás nuestro gato está adquiriendo un comportamiento rebelde para manifestar su enfado acerca de algo.
Imagen de http://shaosredshoes.blogspot.com.es/2009/04/
tener-un-perro-o-un-gato.html
Primeramente, hay que preguntarse si el gato ha recibido un aprendizaje sobre dónde debe realizar sus necesidades. Esta enseñanza debe realizarse cuando los gatos son pequeños, premiándolos cada vez que utilizan la cubeta correctamente, ya que de este modo y, gracias al olor con el que la impregnan, aprenden rápidamente su función. En el caso en que  nuestro gato haya llegado a casa cuando ya era adulto, deberemos realizar el mismo proceso, aunque quizás sea necesaria más paciencia.
Aun así, también se producen casos en los que los gatos realizan sus necesidades fuera de lugar aunque saben perfectamente donde deben hacerlas. En ocasiones, esto se debe a problemas de conducta, como el miedo, inseguridad, es estrés,…, que requieren un tratamiento especial. En este artículo, nos vamos a centrar en los problemas debidos a otras causas y que presentan soluciones bastante sencillas.
En ocasiones, si nuestro gato realice sus necesidades en el sofá o en la cama aunque conoce perfectamente la función de la cubeta, es importante que limpiemos muy bien el lugar en el que ha realizado sus necesidades, ya que, quizás el gato realizó sus necesidades allí cuando era pequeño o un día por un “despiste”, y, a partir de ese momento, con su fino olfato sigue identificando el lugar como apropiado para hacer sus necesidades. Igualmente, esto también puede deberse a una protesta por parte del gato si, por ejemplo, ha estado varios días solo o tiene la cubeta sucia.
Otra situación típica es la que se produce cuando el gato deja sus excrementos justo al lado de su cubeta. En este caso, la culpa suele ser nuestra. El gato inicialmente tiene la intención de defecar en la cubeta pero, por falta de espacio o de limpieza, no acaba entrando del todo, de modo que sobresale su parte posterior. Por lo tanto, en estos casos será imprescindible que limpiemos muy bien la cubeta y analicemos si es lo suficientemente grande.
De este modo, en las situaciones en las que vemos a nuestro gato complemente sano, es decir, que no padece ningún problema de conducta; podremos conseguir solucionas este problema o, al menos, reducirlo mucho, empleando estas sencillas pautas.

domingo, 15 de septiembre de 2013

El lenguaje olfativo de los gatos

En muchas ocasiones vemos que nuestro gato se detiene para olfatear algún objeto, cuando aparentemente para nosotros no hay ningún olor extraño. En estos casos no debemos ser impacientes y obligarlo a dejar de olfatear, pues los gatos perciben una gran cantidad de información mediante el olfato. Así pues, podríamos comparar la situación en la que un gato se detiene para olfatear con la de un humano parado y mirando a su alrededor, pues los gatos con su gran olfato pueden saber quién ha pasado por ese lugar, cuánto tiempo hace, etc. Por este motivo, es muy importante que conozcamos cómo funciona su olfato y que elementos pueden percibir mediante este sentido.
Los gatos tienen una capacidad olfativa diez veces mayor que la de los humanos y este sentido tiene una gran importancia para ellos, pues la comunicación entre gatos se realiza en gran parte a partir de sus olores. Consecuentemente, un gato realiza todas sus investigaciones mediante su hocico. Sobre todo, los gatos emiten despr
Imagen de http://www.mundofotos.net/foto/
funny_flowers/714615/gato-oliendo-las
-flores-del-jarron
enden una gran cantidad de información olfativa mediante sus glándulas corporales. Estas se encuentran básicamente en la zona anal, pero también en la cara -debajo de los ojos y en las mejillas-. Las de la zona anal son especialmente importantes cuando dos gatos desconocidos se cruzan, pues su objetivo es oler estas glándulas para así saber cuál es el sexo, la receptividad sexual  y el rango social del otro felino. Por otro lado, las que se encuentran en su rostro transmiten una aroma muy personal del gato. Así pues, cuando el gato frota su cara contra un objeto lo hace para marcarlo con su olor y así informar a los otros felinos su propiedad. Además, esta acción también es muy utilizada entre gatos que tienen una buena relación, pues impregnar al otro minino con su olor, implica un grado de proximidad muy elevado. Esto explica que los gatos froten su rostro con nuestras manos y piernas, pues esto se trata de un símbolo de territorialidad pero también de socialización y proximidad, pues para ellos impregnar con su olor a otros seres vivos es una acción muy afable. Otro fuente de olores muy importante para los mininos son las marcas de orina, que especialmente son utilizadas entre los machos para marcar sus territorios. Así pues, se trata de una técnica muy efectiva para evitar conflictividades entre los gatos, ya que pueden percibir que cuando están entrando en “terreno de otro” y, así, evitar un enfrentamiento  cara a cara.
Aun así, hay otras marcas mucho más sutiles, ya que, por ejemplo, los gatos también presentan glándulas sudoríparas en sus almohadillas y, por lo tanto, los otros gatos pueden percibir el recorrido que ha hecho su congénere poco tiempo atrás. También, impregnar con su olor los objetos con los que se afilan las uñas, ya que entre sus dedos también tiene glándulas secretoras, de modo que podemos deducir que un gato al afilarse las uñas no únicamente está perfilando este órgano sino que también está marcando el territorio.

Teniendo en cuenta todo lo que hemos expuesto en este artículo, debemos tener en cuenta que, aunque nosotros no seamos capaces de detectarlo, los gatos viven inmersos en un mundo de olores muy intensos. Por lo tanto, si vemos a nuestro gato oler efusivamente algún objeto o espacio debemos dejarle tiempo, pues estará percibiendo una gran cantidad de información.

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Los gatos nos quieren?

Reflexionar, con nuestro gato ronroneando en nuestra falda, sobre cuestiones que nos surgen es recomendable y, aún más, si se comporten estos pensamientos. Hoy, me aventuro a exponer mis ideas, para reflexionar junto con todos ustedes, sobre si nos quieren los gatos.
Primeramente, seamos un poco objetivos y pensemos en cuál es el objetivo básico de todas las especies: sobrevivir y procrear. Por lo tanto, vemos que nosotros, los dueños de los gatos, no únicamente les estamos ayudando a sobrevivir, sino que también les ponemos un gran número de facilidades: un territorio seguro, comida sana y sabrosa, un control médico regular… Así pues, vemos que nuestros mininos no se pueden quejar, ya que obtienen bastantes beneficios por nuestra parte.
Después de esta primera reflexión y, antes de exponer mis pensamientos más subjetivos, analicémoslo al revés: ¿nos benefician a nosotros los gatos? La respuesta es rotundamente sí, además está comprobado científicamente. Cualquier persona que tenga un tigre de sofá en su casa no dudará en afirmar que su gatito le brinda compañía y mucho efecto. Pero, a parte de todo esto, que también es muy positivo, actualmente se conoce que los gatos ayudan a disminuir la presión sanguínea de sus dueños. Por lo tanto, cualquier persona que tiene un gato es menos propensa a sufrir un ataque de miocardio y, en el caso de que lo tuviera, la persona tendría más posibilidades de salir adelante. Así pues, hemos visto que los gatos, aunque no sabemos si nos quieren o no, también nos ayudan a sobrevivir.
Posteriormente a este preámbulo objetivo, vamos a ser un poco sinceros y, consecuentemente, a expresar nuestro punto de vista sobre esta famosa cuestión. Es difícil ponerse a la piel de un gato, pues se trata de un felino muy solitario, todo lo contrario al ser humano, y, por lo tanto, en el que no existe la jerarquización, sino que cada uno sobrevive independientemente desde su madurez. Aun así, desde mi punto de vista, la socialización que ejercemos junto a los gatos y el echo de proporcionarles comida, hace que ellos nos vean como sustitutos de sus madres y, de este modo, acaban mostrando cierta dependencia a nosotros. Además, pensamos, que esta dependencia no se basa únicamente en la comida, sino que, en la mayoría de casos, los gatos son esclavos de nuestras caricias, de nuestro afecto. Igual que nosotros con nuestros seres queridos, los gatos no son capaces de aguantar demasiado tiempo sin su dueño. La relación que existe entre los gatos y sus dueños suele ser muy profunda y su fidelidad excepcional.

A lo descrito anteriormente no se cómo lo llamarán ustedes, pero yo lo llamo amor.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mi gato se hace mayor

Los gatos, como todo el mundo, también se hacen mayores y, por este motivo, cuando nuestro gato empieza a ser todo un veterano deberemos prestarle algunos cuidados específicos.
Hay que decir que los gatos domésticos suelen llevar la edad sin demasiados problemas y en muchas ocasiones hasta sus últimos meses de vida, en los que si que podemos apreciar un empeoramiento significativo, no muestren demasiados signos de vejez. A partir de los seis o siete años, ya consideramos que los gatos son mayores y a partir de este momento poco a poco podemos ver algunos síntomas de la vejez, como ser menos activo, dormir más... Aun así, debemos recordar que la esperanza de vida de los gatos está entre los 12 y los 14 años, y hay algunos que han llegado a la treintena.
Imagen de
 http://anabelzaragozi.blogspot.com.es/2009/03/gato-viejo.html
Los principales puntos a tener en cuenta con nuestro gato sénior son: la comida, la actividad y las enfermedades. Primeramente, es muy apropiado realizar algunas modificaciones en el pienso de nuestro gato y comprar pienso adecuado para las necesidades nutricionales de los gatos mayores. También debemos prestar más atención a la actividad de nuestro gato e incitarlo más frecuentemente a jugar, pues sino pueden adoptar estilos de vida muy sedentarios, que acaban resultando muy perjudiciales para su salud. Así pues, hay que destinar tiempo diario a jugar con él, ya que la mejor manera de que se ejercita es cuando tiene un gran número de estímulos. Finalmente, también es muy importante estar atento a los cambios que se pueden producir en él: perdida de peso, alteración del comportamiento, brillantez del pelo, estado de los dientes y las encías... Si observamos alguna alteración en nuestro gato o vemos que come con menos frecuencia es importante llevarlo al veterinario, ya que puede padecer alguna enfermedad o tener algún problema relacionado con la edad como insuficiencia renal.
Siguiendo estos sencillos consejos podremos conseguir que nuestro gato, aunque se vaya haciendo mayor, pueda seguir gozando de la vida con su dueño y nosotros podemos seguir cuidando y disfrutando de nuestro" tigre doméstico".

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cómo resolver el miedo al hogar y a los intrusos

El en post anterior hablamos del miedo, describiendo los motivos que suelen provocarlo y la conducta que debemos adoptar en estos casos. Para profundizar en este tema, dado que muchas alteraciones de la conducta de nuestros gatos se deben a este factor y es muy importante saber cómo actuar para solucionar estos problemas, hoy describiremos situaciones habituales de miedo y, seguidamente, expondremos la conducta que habría que adoptar.

Situación 1: Mi gato no se adapta a su nuevo hogar
Es muy frecuente que al adquirir un nuevo gato, sobre todo cuando provienen de la calle o de un lugar de acogida, el gato esté atemorizado respeto a su nuevo hogar. Aun así, esta situación también pueden producirse cuando nos mudamos con nuestro gato o si el gato ha sido comprado en una tiendo o particular.
En todos estos casos, el gato a causa del miedo, desconfía de todo lo que tiene a su alrededor, incluso de su dueño. Así pues, los dueños del minino no podemos interactuar con él porque se pasa todos los días escondido y, normalmente, únicamente sale para comer y hacer sus necesidades. En estas circunstancias el miedo puede deberse, en el caso de gatos callejeros o que han sido abandonados a que no han recibido nunca atención y, por lo tanto, al comportarse como gatos salvajes huyen de los humanos. En los casos en los que nos mudamos el miedo suele deberse a la brusquedad del cambio, que hace que el gato al sentirse desprotegido y ante un espacio totalmente nuevo reaccione escondiéndose.
Imagen de http://ayudawordpress.com

Esta situación puede resultar agobiante y frustrante, pero será muy importante seguir los siguientes consejos. Debemos ser muy pacientes y dejar que sea el gato que, cuando se sienta tranquilo y le venza la curiosidad, salga de su escondite para explorar. Nunca debemos obligarle a salir ni inmovilizarlo en lugares en los que no se siente cómodo, ya que si esto sucede le estaremos dando motivos para desconfiar y tener miedo. También debemos dejar que el sea el gato quien se acerque a nosotros, pues a partir de este momento, si conseguimos acariciarlo –siempre sin hacer movimientos bruscos-, habremos dado un gran paso hacia delante. Para conseguir esto, lo mejor muchas veces es sentarse en el suelo cerca del lugar en el que el gato se esconde y realizar otra actividad –leer, escribir, jugar a las cartas…
 
Situación 2: Mi gato tiene miedo a los desconocidos
También es muy común que gatos, muy afables y cariñosos con sus dueños, al sentir el timbre de la casa salgan corriendo hacia su escondite.
Este miedo por parte del minino suele deberse a una experiencia traumática, pues por ejemplo alguna visita de un extraño no resultó agradable para él; o también puede deberse al típico miedo de los gatos: miedo a lo desconocido. El gato al no conocer a los nuevos intrusos les tiene miedo y, por lo tanto, para él son identificados como un peligro. Esta situación no suele ser tan comprometida como la anterior, igualmente también podemos intentar solucionar el problema.
En muchas ocasiones, si pedimos a nuestros invitados que sean silenciosos y que no hagan ruidos estridentes podremos conseguir que el gato se atreva a asomar la cabeza y acabe saliendo. Igualmente, debemos recordar que debe ser el gato quien se acerque a nosotros y no nosotros a él, es decir, nunca debemos forzar al gato para que se acerque. Si conseguimos que salga de su escondite para acercarse un poco a los desconocidos, puede suponer de gran ayuda para que venza el miedo que uno de los visitantes le de algún premio, como alguna cosa de comer. Así pues, podremos conseguir que, al final, nuestro gato también esté deseando las visitas de nuestros amigos.
Imagen de http://animales.uncomo.com/articulo/como-adoptar-un-gato-2503.html

martes, 3 de septiembre de 2013

El miedo, el gran enemigo de los gatos domésticos

En la mayoría de los casos los gatos se caracterizan por ser muy escurridizos y evitar siempre cualquier situación que les pueda suponer un exceso de miedo o estrés, pues no debemos olvidar que el miedo es algo natural,
Imagen de http://es.123rf.com/photo_15427546_asustado-gato-atigrado.html
 que en su estado salvaje les permite evitar un gran número de peligros. Aun así, esta actitud prudente puede acentuarse de manera exagerada, de modo que el gato tiene miedo a casi todo y vive en un constante estrés. Esta situación, acaba resultando muy desagradable tanto para el gato como para su dueño.
Las gatos, siempre intentan afrontar una situación de peligro huyendo, es decir, intentan evitar, en la medida de lo posible, los enfrentamientos directos con el peligro. Por este motivo, es perfectamente normal que tengan miedo a las cosas nuevas, ya que necesitan un período de aprendizaje para darse cuenta de que no hay peligro. Así pues, ante cualquier situación nueva para nuestro minino debemos tener paciencia y no presionarlo para que se acerque a lo que él considera un peligro. De este modo, si somos pacientes y dejamos que, finalmente, el gato con su curiosidad se acerca a lo desconocido podremos conseguir que, fruto de una primera experiencia positiva, pierda el miedo. En cambio, si ante una nueva situación forzamos a nuestro gato, somos impacientes, nos dirigimos de forma exigente a él, etcétera, relacionará aquello que acaba de conocer con algo peligroso y desagradable y, consecuentemente, incrementará su miedo.
Después de haber explicado los principios a tener en cuenta cuando nuestro gato siente miedo, anticipo que en la siguiente entrada hablaremos sobre casos concretos en las que el gato se siente atemorizado y expondremos la conducta más adecuada que debemos adoptar en estas situaciones.

domingo, 1 de septiembre de 2013

British Shorthair


Imagen de un British Shorthair en el que se pueden apreciar sus
rasgos faciales característicos.
Imagen de http://fineartamerica.com/featured/british-shorthair-kitten
-3-months-old-life-on-white.html
En el siglo XIX empezó a despertarse entre los ingleses un fuerte interés para la cría de gatos. Así pues, cada vez eran más frecuentes las exposiciones y reuniones entre las personas con más experiencia dentro de este ámbito. De este modo nació el British Shorthair, la primera raza de gato británica, que desde el momento de su aparición gozó de una alta popularidad en su país de origen gracias a su afable carácter. Igualmente, al hablar de esta raza, no podemos olvidar que durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial el gato británico estuvo a punto

de desaparecer pero, finalmente, se consiguió salvar a su población gracias  a que se realizaron un gran número de cruces con gatos persas. Por este motivo, el gato británico actual presenta una cara más redonda y robusta.

Su morfología se caracteriza especialmente por su redonda y ancha cabeza en la que destaca su hocico, que está muy bien definido, y sus ojos enormes y muy separados -estos pueden ser de cualquier color, siempre en consonancia con el pelo. Su cuerpo tiene una estatura mediana-grande y destaca por su musculatura. Aun así, las patas suelen ser cortas y finalizan con unos pies redondos. Su cola es bastante larga, dos tercios de la longitud del cuerpo.
Imagen de  http://www.gatosdelalinea.com
En referencia al color, aunque la creencia popular es que únicamente pueden tener el pelaje azul, todas las variedades de color se admiten en esta raza. Por lo tanto, su sedoso y abundante pelaje, en el que abundan el subpelo, puede ser de cualquier color. 
Como hemos comentado, una de sus cualidades más atrayentes es su carácter. El British Shorthair se caracteriza por ser un gato muy dulce y cariñoso. Además es muy tranquilo y paciente, de modo que es muy adecuado para convivir con niños u otras mascotas. Igualmente, hay que recordad que le gusta mucho jugar y realizar ejercicio, muy conveniente para mantener su musculatura en un estado óptimo.
Finalmente, sobre sus cuidados únicamente hay que recordar que se debe cepillar una vez por semana, aunque durante la muda deberemos hacerlo más frecuentemente. Se trata de una raza que tiende a tener muy buena salud.