Una de las situaciones
más conflictivas entre los gatos y su dueño se produce cuando estos realizan
sus necesidades fuera de la cubeta. Para el dueño puede resultar muy
desagradable, pues su mobiliario puede quedar dañado y, además, no sabe como
mejorar la situación. Igualmente, también hay que analizar nuestra conducta, ya
que quizás nuestro gato está adquiriendo un comportamiento rebelde para
manifestar su enfado acerca de algo.
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Imagen de http://shaosredshoes.blogspot.com.es/2009/04/ tener-un-perro-o-un-gato.html |
Primeramente, hay que
preguntarse si el gato ha recibido un aprendizaje sobre dónde debe realizar sus
necesidades. Esta enseñanza debe realizarse cuando los gatos son pequeños, premiándolos
cada vez que utilizan la cubeta correctamente, ya que de este modo y, gracias
al olor con el que la impregnan, aprenden rápidamente su función. En el caso en
que nuestro gato haya llegado a casa
cuando ya era adulto, deberemos realizar el mismo proceso, aunque quizás sea
necesaria más paciencia.
Aun así, también se
producen casos en los que los gatos realizan sus necesidades fuera de lugar
aunque saben perfectamente donde deben hacerlas. En ocasiones, esto se debe a
problemas de conducta, como el miedo, inseguridad, es estrés,…, que requieren
un tratamiento especial. En este artículo, nos vamos a centrar en los problemas
debidos a otras causas y que presentan soluciones bastante sencillas.
En ocasiones, si nuestro
gato realice sus necesidades en el sofá o en la cama aunque conoce
perfectamente la función de la cubeta, es importante que limpiemos muy bien el
lugar en el que ha realizado sus necesidades, ya que, quizás el gato realizó
sus necesidades allí cuando era pequeño o un día por un “despiste”, y, a partir
de ese momento, con su fino olfato sigue identificando el lugar como apropiado
para hacer sus necesidades. Igualmente, esto también puede deberse a una
protesta por parte del gato si, por ejemplo, ha estado varios días solo o tiene
la cubeta sucia.
Otra situación típica es
la que se produce cuando el gato deja sus excrementos justo al lado de su
cubeta. En este caso, la culpa suele ser nuestra. El gato inicialmente tiene la
intención de defecar en la cubeta pero, por falta de espacio o de limpieza, no
acaba entrando del todo, de modo que sobresale su parte posterior. Por lo
tanto, en estos casos será imprescindible que limpiemos muy bien la cubeta y
analicemos si es lo suficientemente grande.
De este modo, en las
situaciones en las que vemos a nuestro gato complemente sano, es decir, que no
padece ningún problema de conducta; podremos conseguir solucionas este problema
o, al menos, reducirlo mucho, empleando estas sencillas pautas.