Desde hace 9.500 años el ser
humana ha convivido con el gato. Durante este periodo cualquiera que haya
interaccionado con él ya debe ser consciente de todas las virtudes que debe
tener este animal, que seguramente son muchos, ya que sino no estaría
despuntándole la clasificación del animal doméstico más común en los hogares:
el, siempre laureado, perro.
La historia de este felino ha sido convulsa y llena de contrastes. Pasó de ser considerado un animal sagrado y símbolo de la divinidad en Egipto, a ser utilizado para cazar ratones y hacer compañía a las mujeres en China y en la India, a, finalmente, ser perseguido por la Inquisición durante la Edad Media. Aun así, con el culto a la razón durante el Renacimiento, de nuevo el ser humano volvió a apreciar a este magnífico animal, muy relacionado con el mundo de la inteligencia.
Así pues, a lo largo de este
amplio recorrido, actualmente, el gato ha llegado a conquistar un gran número
de hogares. En todas las casas hacen gala de su perfecta morfología. Es un
animal dotado de las mejores cualidades para ser un gran cazador: una vista
periférica, un oído envidiable, un olfato muy preciso, un salto que supera
cinco veces su altura, una columna flexible y una paciencia de santo. Además
todos los que hemos convivido con ellos sabemos perfectamente que son unos
maniáticos de la limpieza y aficionados a dormir.
Soy consciente de que
estas líneas no son suficientes para describir las múltiples cualidades del
gato. Por este motivo a lo largo de este blog mi objetivo será proporcionar el
máximo de información posible acerca de las características, consejos de
educación, las múltiples raza, etc, del gato.
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