Nadie quiere que si gato se ponga enfermo, pero hay ocasiones en las que es inevitable. En estas ocasiones, después de la visita al veterinario normalmente, a no ser que tengan que ingresar al gato, solemos tener la ardua tarea de administrar las medicinas apropiadas para que pueda sanarse.
Así pues, son muchos los dueños que se encuentran con una pastilla, gotas..., para su gato pero que no saben como subministrárselas correctamente.
Primeramente, es importante tener en cuenta que durante los procesos en los que damos un medicamento a nuestro minino debemos intentar que esté relajado y, sobre todo, tratarlo cariñosamente -manteniendo un tono de voz suave, acariciándolo... Además, al terminar debemos premiar a nuestro gato.
En los casos en los que hay que darle una pastilla lo más eficiente suele ser el soborno, es decir, esconder la píldora en un alimento para que el gato se la trague. En estos casos es importante asegurarnos de que el gato ha injerido la medicina. Cuando no conseguimos que el gato se trague la pastilla escondida deberemos obligarles. Lo primero que hay que hacer es coger el gato y ponerlo encima de una mesa. Seguidamente, coloque el índice y el pulgar de una mano detrás de los caninos superiores y con la otra bájale la mandíbula inferior. A continuación, hay que inclinarle la cabeza un poco hacia arriba, apretar un poco con los dedos y con la otra mano ponerle la pastilla en la lengua, lo más atrás posible. Para terminar, ciérrele la boca y frótale la garganta y, después, compruebe que se ha tragado la pastilla.
Cuando hay que administrar medicación para los oídos la tarea suele ser un poco más fácil. De nuevo , debemos colocar al gato en una mesa. Entonces, lo más importante es sujetarlo correctamente y coger la oreja con una mano mientras con la otra aplica las gotas. En los casos en los que hay que aplicarle pomada, debemos echar las orejas del minino hacia atrás y darle un mensaje al conducto auditivo.
![]() |
Imagen de http://todosobremigatoblog.blogspot.com.es |
Estos son los pasos principales que hay que seguir en estos casos, en los que es de vital importancia ser firmes pero cariñosos y tener paciencia. Además, aunque el proceso de medicación de un gato pueda resultar un poco dificultoso no debemos abandonarlo nunca, ya que sino la enfermedad puede empeorar seriamente.