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Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo. (Teófilo Gautier)

miércoles, 28 de agosto de 2013

Administrar medicinas

Nadie quiere que si gato se ponga enfermo, pero hay ocasiones en las que es inevitable. En estas ocasiones, después de la visita al veterinario normalmente, a no ser que tengan que ingresar al gato, solemos tener la ardua tarea de administrar las medicinas apropiadas para que pueda sanarse.
Así pues, son muchos los dueños que se encuentran con una pastilla, gotas..., para su gato pero que no saben como subministrárselas correctamente.
Primeramente, es importante tener en cuenta que durante los procesos en los que damos un medicamento a nuestro minino debemos intentar que esté relajado y, sobre todo, tratarlo cariñosamente -manteniendo un tono de voz suave, acariciándolo... Además, al terminar debemos premiar a nuestro gato.
En los casos en los que hay que darle una pastilla lo más eficiente suele ser el soborno, es decir, esconder la píldora en un alimento para que el gato se la trague. En estos casos es importante asegurarnos de que el gato ha injerido la medicina. Cuando no conseguimos que el gato se trague la pastilla escondida deberemos obligarles. Lo primero que hay que hacer es coger el gato y ponerlo encima de una mesa. Seguidamente, coloque el índice y el pulgar de una mano detrás de los caninos superiores y con la otra bájale la mandíbula inferior. A continuación, hay que inclinarle la cabeza un poco hacia arriba, apretar un poco con los dedos y con la otra mano ponerle la pastilla en la lengua, lo más atrás posible. Para terminar, ciérrele la boca y frótale la garganta y, después, compruebe que se ha tragado la pastilla.
Cuando hay que administrar medicación para los oídos la tarea suele ser un poco más fácil. De nuevo , debemos colocar al gato en una mesa. Entonces, lo más importante es sujetarlo correctamente y coger la oreja con una mano mientras con la otra aplica las gotas. En los casos en los que hay que aplicarle pomada, debemos echar las orejas del minino hacia atrás y darle un mensaje al conducto auditivo.
Imagen de http://todosobremigatoblog.blogspot.com.es
Finalmente, tenemos los medicamentos para los ojos. En muchas ocasiones estos son los más difíciles de aplicar, pero debemos tener paciencia. Una vez hayamos colocada el gato en una mesa es importante limpiarlo con algodón limpio los ojos. Después apoyaremos la mano con los colirios o la pomada en la cabeza del gato, pues así nos aseguramos que no tocaremos el ojo del gato con el recipiente. Seguidamente aplicaremos la medicina y cerraremos el gato del ojo para que se disperse el medicamento en su interior.
Estos son los pasos principales que hay que seguir en estos casos, en los que es de vital importancia ser firmes pero cariñosos y tener paciencia. Además, aunque el proceso de medicación de un gato pueda resultar un poco dificultoso no debemos abandonarlo nunca, ya que sino la enfermedad puede empeorar seriamente.

sábado, 3 de agosto de 2013

Cómo hablarle a nuestro gato


Imagen de http://gatosygatitos.net/gatos/como-entender-a-tu-gato/
Según las últimas encuestas más del 90% de las personas que tienen gatos hablan con ellos. Así pues, es importante tener en cuenta los principios fundamentales para conseguir que los gatos puedan captar información cuando nos dirigimos a ellos con nuestro sofisticado vocabulario.
En la mayoría de los casos en los que nos dirigimos a nuestros gatos con nuestras palabras ellos son capaces de captar una parte de la información: aquella que está relacionada con el tono y los gestos que utilizamos. Por lo tanto, lo más importante es enfatizar el tono de voz cuando hablamos con nuestro gato, así podremos conseguir que este perciba si estamos transmitiendo un mensaje alegre, tranquilizador o si lo estamos regañando. Por este motivo, es importante utilizar un tono agradable con nuestro gato en la mayoría de ocasiones, de modo que si tenemos algún problema, al dirigirnos a él no debemos dejar que nos afecte en nuestra voz, ya que sino el gato puede percibir que el enfado va dirigido a él. El tono perfecto en las situaciones en que queremos que nuestro gato nos escuche relajadamente es un tono suave y muy bajo, porque a los gatos los gusta mucho que su dueño les hable suavemente.
Además hay una palabra “mágica” que todos los gatos son capaces de entender: su nombre. Todos los gatos acaban conociendo su nombre de modo que al oírlo normalmente suelen acercarse a quien lo ha emitido, pues saben que suele ir acompañado de caricias y mimos. En relación al nombre del gato, para facilitar el aprendizaje por parte de minino es preferible que sea corto y que no sea una palabra que utilicemos frecuentemente en nuestra habla habitual con el resto de prójimos.

También hay que tener en cuenta que nuestros tigres de salón son unos grandes observadores. Perciben una gran cantidad de información con nuestros gestos y, consecuentemente, tienen una gran capacidad de anticipación a nuestras acciones.