Podríamos definir los
ojos del gato como la perfecta visión para el atardecer o el amanecer, ya que
estos órganos están totalmente adaptados a la falta de luz. Además toda su
estructura corresponde a la de un astuto cazador.
Aun así, ¿cómo ven los
gatos en durante el día? La respuesta a esta pregunta es sencilla: los gatos
ven con bastante precisión, pero la presencia de una gran cantidad de luz
dificulta su visión. Cuando hay una gran cantidad de luz, el gato, para poder
proteger su ojo, tiene la capacidad de cerrar sus pupilas como rendijas. A
causa de esto, junto con el gran cristalino que poseen, los gatos ven el mundo
ligeramente desenfocado, es decir, no perciben los objetos con la misma nitidez
que nosotros.
Otra cuestión muy
debatida ha sido la visión en color del gato. El gato, ha sacrificado la
precisión que le permitiría detectar los colores para poder captar una mayor
cantidad de luz. Por este motivo, tienen 25 bastoncillos – las células que
permiten captar la luz- por cada cono –las células que permiten distinguir el
color, mientras que en nuestro caso tenemos cuatro bastoncillos por cono. Igualmente, los gatos son capaces de
distinguir sobre todo el verde, el azul y el amarillo, pero no están dotados
para percibir el rojo.
Por lo tanto, hemos visto
que el ojo del gato está en perfecta sintonía con el resto de la fisiología de
este felino: preparadísimo para cazar con poca luz. Aun así, antes de terminar
hay que aclarar que los gatos no ven mejor que los humanos en ausencia de luz,
sino que su gran visión les permite ver con claridad con una sexta parte de la
luz que necesitamos nosotros.