Todos los que tenemos o hemos convivido con gatos sabemos lo molesto y doloroso que resulta que nuestro minino nos propine un zarpazo o nos muerda. Siempre acabamos perdonándolos, alegando que "lo hace para jugar". Aún así, ¿no sería mejor conseguir evitar estas situaciones?
En muchas ocasiones nuestro tigre de sofá nos muerde porque asocia nuestra mano con un juguete, por lo tanto, cuando estamos jugando con él su principal objetivo será nuestra mano. Así pues, el problema reside en la educación del gato. En muchas ocasiones cuando estamos jugando con nuestros gatitos no solemos prestar atención a este hecho, ya que no nos hacen daño, pero muchas veces utilizamos nuestros dedos como juguete. Por este motivo, cuando el gato crece sigue relacionando nuestra mano como si fuese la "presa" de los constantes ataques que realiza al jugar. Por lo tanto, la solución del problema -como en la mayoría de los casos- se encuentra en su origen. Es muy importante que al jugar con los gatos cuando son pequeños no utilicemos nuestras manos, sino que siempre hay que utilizar algún objeto complementario como un hilo, un bolígrafo u otros juguetes más complejos, para enseñarle que atacar nuestra mano no debe ser el objetivo del juego. Solucionar este problema cuando los gatos son mayores, es decir, cuando ya están acostumbrados a entender que nuestros dedos son un juguete más, es casi imposible.
Por otro lado, también es muy común que un gato muerda a su dueño cuando está cansado de que lo acaricien o lo cojan. En estos casos, me atrevería a decir que la culpa suele ser del dueño, no del gato. Cuando acariciamos a nuestro minino es importante observarle, pues en ocasiones nos muestran con sus gestos y posturas que están cansados de los mimos. Por lo tanto, si cuando nuestro gato empieza a mover las orejas hacia atrás, intenta marchar o mueve mucho la cola, nosotros seguimos reteniéndolo, es normal que, como solución final, muerda a su dueño para "librarse" de él. En este caso, la solución del problema reside en observar más a nuestro gato y respetar su libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario